
Touring Superleggera reformó esta nave situada en Rivalta, a las afueras de Turín, hace apenas un año con el fin de acomodar la producción de vehículos de series limitadas. En 2022, el histórico carrocero —que desapareció en 1966 y resucitó en 2006— decidió ampliar su negocio para acometer proyectos especiales, y poco después le llegó el encargo de Alfa Romeo: dar vida a las 33 unidades de un hiperdeportivo de ensueño con el que la mítica marca italiana quiere reverdecer su pedigrí de constructor de superdeportivos.

La idea era revivir uno de los coches más legendarios y bellos de la historia de la automoción, el Alfa 33 Stradale de 1967, en la forma de un hiperdeportivo fabricado a mano y a capricho de los clientes. Pero, ¿estarían dispuestos los alfisti a pagar más de dos millones de dólares por un coche semejante? Solo había una forma de averiguarlo: preguntarles.
Desde un punto de vista estructural, el Alfa 33 Stradale tiene una construcción en H: un chasis monocasco de fibra de carbono y dos subchasis de aluminio. Como buen superdeportivo, lleva el motor en posición central trasera y la tracción en el eje posterior. El propulsor es un V6 de tres litros que empuja con 630 CV y concede un par motor de 730 Nm de 3.000 a 5.500 rpm. Con estos mimbres, hace el 0 a 100 km/h en 3 segundos.
