A partir del 10 noviembre los ciudadanos extracomunitarios que quieran viajar a la Unión Europea ya no usaran los pasaportes.
El nuevo sistema digitalizado registrará las entradas y salidas de los nacionales de terceros países que crucen las fronteras de la UE para estancias de corta duración, lo que sustituirá al actual método de sellado manual de pasaportes. Para obtenerlo, los ciudadanos extracomunitarios deberán proporcionar datos biométricos para crear su expediente individual en el SES o para realizar controles fronterizos.
El Sistema de Entradas y Salidas (SES) almacenará datos de identidad, documentos de viaje y datos biométricos de los viajeros, los cuales serán accesibles a las autoridades fronterizas, las autoridades que expiden visados y las encargadas de supervisar el cumplimiento de las condiciones de entrada o residencia. Los datos se conservarán durante tres años para los viajeros que respeten las normas de estancia y durante cinco años para aquellos que las excedan. Además, las autoridades policiales designadas y Europol podrán solicitar acceso a estos datos para “prevenir, detectar e investigar delitos de terrorismo”.
Este nuevo pasaporte electrónico se aplicará tanto a los viajeros que necesitan visado como aquellos exentos de esta obligación, permitiendo un control más eficiente y fiable de los cruces fronterizos. Además, el sistema calculará automáticamente la duración de la estancia autorizada y generará alertas para los Estados miembros cuando se exceda dicho periodo.