Más de un año después del referendo en el que los ecuatorianos decidieron ponerle fin, el Estado continúa con la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, un enorme espacio natural protegido en plena cuenca amazónica.
El 20 de agosto de 2023, coincidiendo con las elecciones que hicieron presidente a Daniel Noboa, un 59% de los votantes respondió afirmativamente a la pregunta: “¿Está de acuerdo con que el gobierno ecuatoriano debería mantener los campos petroleros de ITT, conocidos como Bloque 43, indefinidamente bajo tierra?”.
El resultado del referendo fue considerado histórico y celebrado por organizaciones ambientalistas como un hito en la conservación de la naturaleza, pero hasta ahora no se ha hecho efectivo.
El 30 de agosto se cumplió el plazo inicialmente considerado para la paralización de las actividades petroleras y el gobierno no solo no lo ha cumplido, sino que ha presentado un informe ante la Corte Constitucional en el que indica que no podrá completarla antes de cinco años y cinco meses en el mejor de los casos, diez en el peor.
Con una extensión de más de un millón de hectáreas en el corazón de la Amazonía, el Yasuní no solo es el mayor parque nacional de Ecuador, sino también una de las zonas de mayor biodiversidad de la Tierra.
Ubicado en el centro-norte de la región amazónica de Ecuador, es el hogar de 150 especies de anfibios, 121 de reptiles, 598 de aves, 169 de mamíferos y 2.113 de flora. Los expertos lo describen como un “centro de biodiversidad de extraordinaria riqueza a nivel mundial”.
También es el hogar de varios pueblos indígenas ancestrales, entre ellos los tagaeri y los taromenane, considerados los últimos en aislamiento voluntario en el país.
El gobierno ecuatoriano creó el parque en 1979 y la Unesco lo declaró Reserva de la Biosfera en 1989.
Pero además de tesoros naturales, el Yasuní contiene también un gran yacimiento de petróleo que ha generado ingresos millonarios desde que se puso en funcionamiento y del que se sacan más de 50.000 barriles diarios.
Pese a que el presidente Noboa se mostró en la campaña a favor de abandonar la explotación en el Yasuní, su ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, dijo que el tiempo adicional planteado por el Ejecutivo es necesario para poder llevar a cabo un cierre seguro del Bloque 43 y subrayó que no hay precedentes de una operación de paralización y desmantelamiento de un campo de petróleo como los que se plantean en Ecuador.