Según el informe Usos de 5G Américas, la región de América Latina y el Caribe contará con 127 millones de conexiones 5G para finales de 2024 y puede llegar a 501 millones cuatro años después. Este avance no solo implica una mejor conectividad, sino que abre las puertas a una serie de oportunidades que podrían transformar la economía regional.
Para lograrlo, los países de Centroamérica deben trabajar en agendas para cerrar la brecha digital y ser competitivos con el resto del mundo. En promedio, el 84% de la población de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) utiliza internet, mientras que en Centroamérica, Panamá y República Dominicana (CAPARD), la cifra es del 47%, un número que potencialmente indica dificultades y retos no abordados especialmente por temas de infraestructura y déficit de banda ancha, según revela un informe del 2020 del BID.
Para que las redes móviles 5G avancen con rapidez y eficacia, los mercados verticales tendrán que invertir en infraestructuras críticas, como sistemas de refrigeración que eliminen el calor para permitir un funcionamiento continuo, tecnologías para supervisar y gestionar a distancia la 5G y tecnologías de alimentación que optimicen el uso de la energía y minimicen el impacto ambiental.
