Diversos estudios demostraron que el consumo, aunque sea moderado, acelera el deterioro cognitivo, afecta la memoria y la función ejecutiva con el paso de los años. Recomendaciones para prevenirlo

Comprender los factores que incrementan ese proceso de envejecimiento es vital para el bienestar y la calidad de vida. Uno de estos factores centrales en el envejecimiento del sistema nervioso es el consumo de alcohol en sus diferentes formas.

Las secuelas del mismo en etapas avanzadas y crónicas de consumo son conocidas desde hace mucho y son un clásico de la medicina, en enfermedades como la cirrosis hepática, con sus secuelas metabólicas, y consecuentemente en el sistema nervioso o la demencia de Wernicke Korsakoff.

En este sentido, estudios sobre el consumo moderado de alcohol, por debajo de los niveles considerados excesivos y no tan prolongado en el tiempo, han revelado su intervención directa en el proceso de envejecimiento cerebral, mucho antes, incluso, de llegar a los cuadros terminales.