Un informe técnico elaborado por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) revela daños “severos” en el puente de Río Dulce, en Lívingston, Izabal.
Los hallazgos no son nuevos, pero los daños se han agravado, según los estudios de la Conred.
El informe fue elaborado tras una nueva inspección efectuada el 18 de marzo de 2024, dos años después del emitido el 17 de marzo 2022, donde ya se había señalado que detectaron varios problemas “críticos” que requerían atención urgente, donde se concluye que las condiciones de riesgo detectadas continúan y que no han sido atendidas las recomendaciones del primer informe.
Se encontraron fisuras en los pilares y vigas principales del puente, lo que indica una disminución en su capacidad de carga.
El informe más reciente señala que en la rampa de aproximación al puente en el lado noroccidente se han incrementado los daños en los muros de retención, mismo que fuera reportado en el 2022, lo que provoca que aumente la posibilidad de daño en el estribo del puente, allí se pueden observar grietas en el muro cuya magnitud en un año ha incrementado considerablemente.
Además, detalla la existencia de grietas en otras áreas, así como acumulación de desechos sólidos; además, el área se sigue utilizando como parqueo de vehículos y eso provoca más deterioro.
Lo que más preocupa, según el informe de Conred, es la evidencia de grietas, exposición de acero y desprendimiento de cernidos, producto de la falta de mantenimiento.
