Las fiestas de fin de año son conocidas por el uso de pirotecnia que añade un toque único a las celebraciones. Sin embargo, en Guatemala, la manipulación incorrecta y la venta ilegal de fuegos pirotécnicos han provocado accidentes graves, como incendios y quemaduras, en años anteriores.
El Decreto 123-85, conocido como la Ley de Especies Estancadas, regula el uso de materiales como pólvora, nitratos y cloratos, los cuales son utilizados en la creación de pirotecnia. Esta ley establece normas específicas sobre la fabricación y venta de pirotecnia, y según el decreto, se prohíbe la importación, fabricación, almacenamiento, distribución, depósito y comercialización de los fuegos pirotécnicos conocidos como canchinflines o silbadores, derivado a su peligrosidad, ya que su utilización ha provocado incendios de grandes multitudes.