En un banco tradicional la tasa de interés es un dato clave para cualquier operación que se vaya a realizar. En los bancos islámicos, no se pueden , ni cobrar ni pagar intereses. De hecho, están prohibidos.
“En otras palabras, no debería ser posible ganar dinero con dinero. Esto significa que, siempre que sea posible, se debe evitar pagar o recibir intereses”,
Así, por ejemplo, los bancos pueden financiar operaciones comerciales de compraventa o proyectos productivos en modo capital de riesgo; es decir que la institución participará de las ganancias o de las perdidas que arroje la operación.
Así, por ejemplo, si una persona abre una cuenta de ahorros en un banco islámico no obtendrá intereses por el dinero allí depositado, pero sí podrá obtener algunos beneficios procedentes de las actividades en las que la entidad haya invertido esos fondos.