Multitudes de sirios celebraron este domingo la caída del dictador, Bashar Al Assad, derrocado por una ofensiva de grupos rebeldes liderados por islamistas que puso fin a más de medio siglo de régimen de la dinastía fundada por Hafez Al Assad.
Al Assad, quien dirigió Siria con puño de hierro desde su llegada al poder hace 24 años, dimitió y abandonó el país, afirmó Rusia, su principal aliado, que le concedió asilo, reportaron las agencias TASS y Ria Novosti.
Los rebeldes, que entraron en la capital durante el fin de semana y derrocaron al presidente Bashar Assad, nombraron este lunes un nuevo primer ministro, mientras el gobierno seguía en funciones y que deseaba una transición ordenada y rápida con los milicianos.
La alianza rebelde que ahora controla gran parte del país, liderada por el exmiliciano de Al Qaeda que rompió lazos con el grupo extremista hace años, Abu Muhammad Jolani, ha prometido un gobierno representativo y tolerancia religiosa. Ya adelantaron que no dirían a las mujeres cómo vestirse.
Muhammad Bashir será el jefe del gobierno de transición en Siria y no el ex primer ministro sirio exiliado Riad Hijab o el actual primer ministro Muhammad Jalali.
La elección de Muhammad Bashir habría sido impuesta, según la televisión, por el propio Jolani.