El Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía (PET-01-2009) es uno de los proyectos más ambiciosos en el sector energético de Guatemala, cuyo objetivo es mejorar la infraestructura de transmisión eléctrica a nivel nacional. A mayo de 2024, el avance del proyecto es del 94.37 %, una cifra significativa considerando su magnitud y los beneficios que traerá al país. Sin embargo, a pesar de este impresionante progreso constructivo, solo el 57 % del proyecto está en operación, un desfase que genera preocupación y demanda una reflexión sobre sus causas y consecuencias.
Aunque el proyecto muestra un progreso notable, aún persisten desafíos que afectan la puesta en operación completa del sistema:
Las Cruces – Palestina 230 kV (71.5 % completado): Esta línea es esencial para conectar zonas de generación con los centros de consumo. Cualquier retraso adicional podría comprometer la estabilidad del suministro en el área.
Chiantla – Covadonga 230 kV (38 % completado): Este tramo es crítico para mejorar la capacidad de transmisión en Huehuetenango. La no finalización limita la eficiencia en el transporte de energía en esa región, afectando tanto a los residentes como a la industria.
Las Cruces – Sololá 230 kV (55 % completado): Esta obra es vital para el suministro en el occidente del país. Cualquier retraso impactará negativamente la distribución de electricidad en esa área.
Sololá – Los Brillantes 230 kV (32 % completado): Otro tramo crucial, cuya demora pone en riesgo el suministro en esta importante región. Adecuación de la subestación Los Brillantes (0 % completado): Esta subestación es indispensable para evitar cuellos de botella en la transmisión de energía y su falta de avance es especialmente preocupante.
Las líneas en Sacatepéquez se complicó por la licencia municipal y las líneas qué abastecen Antigua Guatemala ya tienen poca capacidad. En Río Dulce se cuenta con una Subestación qué servirá para cerrar un anillo y reforzar la transmisión noroccidental, pero el tendido de la línea cerca del puente de Río Dulce no ha sido permitida.
¿Por qué solo el 57 % del proyecto está en operación?
Solo un esfuerzo coordinado entre las autoridades locales, las empresas involucradas y las comunidades afectadas permitirá que el proyecto logre su objetivo de garantizar un sistema energético eficiente, confiable y sostenible para todos los guatemaltecos.
A pesar del avance físico del 94.37 %, solo el 57 % del proyecto se encuentra actualmente en operación. Este desfase se debe principalmente a dos factores cruciales:
Obtención de derechos de paso: La dificultad para adquirir los derechos de paso en ciertas áreas ha retrasado significativamente la construcción de las líneas de transmisión. La resistencia de las comunidades locales y los trámites burocráticos han ralentizado el progreso, impidiendo que algunas de las líneas más importantes entren en operación.
Licencias municipales: La obtención de licencias por parte de los gobiernos municipales es una piedra en el zapato. El proceso lento y, en algunos casos, la falta de cooperación entre las autoridades locales y los encargados del proyecto generan retrasos.
Los retrasos en la operación completa del PET-01-2009 tienen varias repercusiones serias:
Desabastecimiento energético en áreas clave: Las zonas que dependen de las obras pendientes, podrían enfrentar interrupciones en el suministro eléctrico.
Incremento en las pérdidas eléctricas: Uno de los objetivos clave del proyecto es reducir las pérdidas eléctricas en la transmisión. Al no estar completamente operativo, el sistema continúa sufriendo pérdidas significativas.
Menor capacidad para aprovechar energías renovables: El proyecto está diseñado para facilitar la transmisión de energía proveniente de fuentes renovables, los retrasos impiden que estas energías lleguen a los centros de consumo, limitando el potencial del país para avanzar hacia un modelo energético más limpio y sostenible.
Impacto económico y social: Las regiones que dependen de las mejoras energéticas, particularmente en áreas rurales, podrían enfrentar estancamiento económico. La falta de infraestructura adecuada limita la inversión y el desarrollo, frenando el crecimiento en comunidades que podrían beneficiarse enormemente de un sistema energético más robusto.
Solo un esfuerzo coordinado entre las autoridades locales, las empresas involucradas y las comunidades afectadas permitirá que el proyecto logre su objetivo de garantizar un sistema energético eficiente, confiable y sostenible para todos los guatemaltecos.
Doctora en Investigación Social, Especialista en Inmigración, Miembro de Rotary, partidaria de buenas causas.
