El G7 fracturado sin consenso en medio del conflicto Israel-Irán

Entre las oleadas de misiles que se están lanzando Israel e Irán y que amenazan con provocar un grave conflicto regional, los líderes del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) inician este domingo una complicada cumbre de tres días en la localidad canadiense de Kananaskis con múltiples crisis en su agenda y sin un consenso entre los países por la irrupción de Donald Trump.

Las graves divergencias de la mayoría del G7 con el presidente estadounidense, Donald Trump, en temas clave como la invasión rusa de Ucrania, el conflicto en la Franja de Gaza, la guerra comercial iniciada por las políticas arancelarias de Washington o la lucha contra el cambio climático, eran suficientes para impedir que la reunión terminara con el tradicional comunicado conjunto del grupo.

En lo que todos coinciden es que las conversaciones que mantendrán en Kananaskis Friedrich Merz (Alemania), Mark Carney (Canadá), Donald Trump (EE.UU.), Emmanuel Macron (Francia), Giorgia Meloni (Italia), Shigeru Ishiba (Japón) y Keir Starmer (Reino Unido) van a ser “francas y abiertas”.

Lo que los países del G7 también se están esforzando en destacar en estos momentos es que, a pesar de esas obvias divergencias, los países del grupo también están de acuerdo en numerosos puntos generales, como la necesidad de poner punto y final a los conflictos en Ucrania, la Franja de Gaza, la necesidad de dar estabilidad y previsibilidad a la economía mundial o que Irán no desarrolle armamento nuclear.