El 11 de septiembre de 2001, cerca de las 8 de la mañana, 19 yihadistas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones de pasajeros para realizar uno de los atentados que cambiaron el rumbo de la historia.
Los terroristas, originarios en su mayoría de Arabia Saudita, apuntaron contra los símbolos económicos, militares y políticos del país más poderoso del mundo.
Las Torres Gemelas fueron reducidas a una montaña de polvo y acero incandescente, una porción del Pentágono también quedó severamente dañada.
2977 personas murieron y 25 mil resultaron heridas. Miles siguieron sufriendo las consecuencias incluso años después de los ataques. Fue la jornada más oscura de Estados Unidos.