Estoy seguro muchos de ustedes tienen ideas y propuestas excelentes. Queremos escucharlas, con la certeza que serán implementadas durante mi gobierno.
Estimados conciudadanos, me presento ante ustedes para hablarles de una nueva propuesta para dirigir el destino de Guatemala. Empiezo por decir que nuestro país está conformado por cada uno de ustedes. Mi equipo y yo solamente somos quienes tomaremos las decisiones de hacia dónde encaminar el destino de todos nosotros.
Yo soy uno de ustedes. Yo nací en Guatemala y he vivido aquí toda mi vida. He tenido la oportunidad de viajar a otros países, mucho más avanzados que el nuestro, y me pregunto por qué no está Guatemala entre ese grupo. No es por nuestra gente, ustedes y yo. Tampoco es por falta de oportunidades, como suelen decir muchos políticos que prometen que las van a generar. Nuestra Guate es grande, con muchísimas ventajas en cuanto a su ubicación, su cultura, su capacidad de resistir a los embates climáticos y salir adelante con más fuerza. Seguimos creciendo a pesar de tanto ladrón que ha pasado por todas las dependencias del gobierno.
Con tanta riqueza, ¿por qué seguimos siendo un país en vías de desarrollo y no ya plenamente desarrollado? Hay muchas razones. Una de ellas, talvez la principal, es el inmenso tamaño del gobierno, la infinidad de leyes que limitan la libertad de los guatemaltecos y la injerencia de los funcionarios de turno en la vida de todos. Esto conduce a que nunca alcance el dinero que le damos al gobierno en forma de impuestos. Hay demasiados salarios que pagar y sindicatos que se llevan una gran parte del dinero, en detrimento de la calidad de la educación, de la salud, de la infraestructura y del desarrollo. Por supuesto, la corrupción es el mal endémico que crece como un monstruo de mil cabezas.
Yo les propongo que vamos a reducir, e incluso eliminar, muchísimas dependencias del gobierno. El Ministerio de Desarrollo será el primero en cerrar sus puertas. El de Ambiente será reducido a una tercera parte. El de Educación será reformado para orientarlo a la calidad educativa con enseñanza de inglés, sistemas informáticos, fomento de la lectura y una reforma integral del currículo nacional base, adaptado a las diferentes necesidades de cada región del país.
