Todo depende de la postura en la que el sobreviviente se encuentre tras el desplome, el acceso a aire y agua, el clima, las condiciones meteorológicas y el estado físico de la persona atrapada influyen en un todo sobre cuánto pueden seguir con vida.
Las Naciones Unidas suelen concluir sus esfuerzos de búsqueda y rescate entre cinco y siete días después de la catástrofe. Esa decisión se toma si han transcurrido dos días sin ningún rescate.