Barataria
La Antigua Guatemala constituye un conjunto de construcciones, monumentos, calles, parques, viviendas, costumbres, tradiciones y población que representa todo un conjunto histórico – cultural único, de manera que todos estos y otros factores llevaron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO- a declararla en 1979 Patrimonio Cultural de la Humanidad. Viajar a la Antigua Guatemala es toda una aventura, principalmente porque la vía de acceso por la Carretera CA 1 soportando el trafico, para luego llegar a esta impresionante ciudad que fácilmente te transporta al Siglo XVII al sentir inmediatamente las calles empedradas, las construcciones con las características de ventanas, puertas y portones que nos hacen imaginar cómo era aquella ciudad en tiempos coloniales. Luego llegar a la Plaza Mayor observar la catedral, el Palacio de los Capitanes Generales, el portal comercial y el Ayuntamiento para ver que el parque esta hecho a la usanza de los trazos españoles de la época. La verdad es que una visita a la Antigua Guatemala es muy placentera y recorrerla caminando constituye una experiencia única que vale la pena repetir las veces que sea necesario.

Además de lo espectacular que puede resultar la ciudad de la Antigua Guatemala, resulta también que es uno de los principales atractivos turísticos del país y generador de riqueza en la industria sin chimeneas. Es por ello por lo que no se deben escatimar esfuerzos por conservar esta ciudad, por promoverla y por mantener todo aquel conjunto que ha hecho de la Antigua Guatemala una ciudad especial. Sin embargo, pese a que existe un Consejo Nacional Para la Protección de la Antigua Guatemala y la obligación legal de la Municipalidad de Antigua Guatemala de promover la prestación de los servicios públicos esenciales sin menoscabo de las características únicas que hacen de la Antigua Guatemala lo que se ha resultado totalmente lo contrario.
En efecto, las diferentes administraciones municipales no han logrado su cometido de equilibrar una ecuación entre conservar la ciudad en conjunto histórico cultural y la promoción y prestaciones de servicios municipales sin que uno y otro se descalifiquen ni se estorben. A ello hay que agregar que, la Ley para la Protección de la Antigua Guatemala Decreto 60-69 previsora como es, de que podría existir dicotomía y contradicción entre quien preside el Consejo para la Protección de la Antigua Guatemala y el Alcalde Municipal de la Antigua Guatemala determinó que la presidencia del CNPAG sea ejercida por el mismo Alcalde.
Desde hace varios años se ha evidenciado un deterioro sustancial en la Antigua Guatemala, existe un grave desorden y falta de previsión de quienes han ocupado la Alcaldía Municipal en los últimos periodos ello incluye dos periodos del actual Alcalde Víctor Hugo del Pozo y los periodos del señor Adolfo Vivar y de la señora Susana Asencio, es decir que estamos hablando de un periodo de veinte años en los que la Ciudad Colonial no ha avanzado al contrario sigue deteriorándose porque las autoridades municipales fomentan el desorden y sus decisiones van de acuerdo a los intereses personales más que a los intereses colectivos. Ninguno de los Alcaldes y la Alcaldesa que han ocupado la silla edilicia durante los últimos veinte años tienen excusa para no llevar a la Antigua Guatemala a ser una ciudad de primer orden sin menoscabar su conjunto histórico-cultural. No es posible que las autoridades municipales actuales no estén convencidas de que deben de organizar mejor la ciudad en dónde a diario transitan un estimado de 40 mil vehículos en calles trazadas para el tráfico del Siglo XVI y que, en lugar de considerar la mejor manera de organizar el territorio hoy en día no se haya aprobado un Plan de Ordenamiento Territorial congruente con la ciudad colonial esa convivencia entre lo colonial y antiguo y la modernidad.

El actual Alcalde Municipal, quien ocupa por tercera vez la ciudad de Antigua Guatemala es quien menos excusa que invocar en relación a los problemas que aquejan a la ciudad. Con ocho años en el periodo anterior y este ultimo periodo resulta claro que ha conocido de cerca las necesidades de la ciudad y, contrario a lo que todos esperaban, se ha dedicado a crear y promover una ciudad menos segura, con cuerpos policiales que intimidan (no olvidamos la muerte del ciudadano Luis Armando Solorzano en manos de la Policía Urbana que ha quedado impune), hay una sistema de cámaras y botones de pánico, que son más que todo decorativas puesto que si no hay reacción de las fuerzas de seguridad y coordinación eficiente con la Policía Nacional Civil, ¿Qué se puede esperar? La promoción en autorizar proyectos que en lugar de realzar la cultura sirven como medio para hacerse cada día más impopular, primero vino el polémico proyecto del Centro de Convenciones Las Luces en San Juan del Obispo, del cual hasta la UNESCO se pronunción en contra del mismo, y que luego de que se hizo mucha polémica, al final ya no se continuo y el Alcalde Del Pozo, decidió mejor “bajar perfil” y dejar que se olviden sus intenciones que al principio iban con todo y todo. Luego surgió el famoso proyecto de crear un centro de recreación en el Rastro, valiéndose de una serie de consideraciones y recomendaciones que se dictaron durante el periodo de su antecesora la señor Asencio, afortunadamente todavía hay quienes anteponen sus intereses personales a los de la ciudadanía y mediante una acción de amparo planteada por el Diputado Ixcamey se logró detener el proyecto que en nada beneficiaba a la población sino que iba en detrimento de un conjunto histórico denominado en tiempos de la Colonia como Matadero y cuyas construcciones datan de mas de 200 años. Luego ya son fastidiosos los proyectos al último momento, que se quieren concretar si o si en este años electoral como el de la Calzada Santa Lucía, el Cerro de la Cruz y los problemas ya ocasionados en relación al Mercado Municipal todo esto sin que se haya aprobado, pese a tener al Concejo Municipal de su lado el Plan de Ordenamiento Territorial que es necesario.
En realidad, el ayuntamiento antigüeño no ha carecido de uno o varios Planes Maestros, Planes Reguladores ni tampoco de un Plan de Ordenamiento Territorial, no le ha faltado estudios serios ni personas capaces y altruistas que quieren colaborar porque son antigüeños y amantes de la Ciudad. El problema es que autoridades municipales como el actual Alcalde no son abiertos con la población, ni con los diferentes grupos sociales. Han decidido tomar decisiones y llevar el costo político y social porque su objetivo principal quizá radique en cumplir con costosos compromisos políticos que con conservar y hacer que una ciudad se desarrolle con un plan especial para no dañar su conjunto. Así, es frecuente ver cómo muchos manifiestan porque no son escuchados, recabar información pública que de oficio debería estar en el sitio de la Municipalidad de Antigua es casi imposible (previo a elaborar el presente artículo el sitio no deja descargar ninguna información) e incluso se ha llegado al colmo de que si es algún diputado el que la solicita los diferentes funcionarios municipales explican que únicamente el Alcalde Víctor Hugo del Pozo es el único que puede brindar o autorizar que se brinde esa información.

De manera que, ahora mismo que estamos en el año electoral, la población de Antigua Guatemala, deberá decidir en votar por el continuismo que lleva años deteriorando la ciudad o por una administración eficiente que pueda llevar a la ciudad colonial al desarrollo con responsabilidad y con propiedad, una administración de puertas abiertas que privilegie el dialogo, los acuerdos sin menoscabo de la integridad de la función pública y de la conservación de la ciudad de Antigua Guatemala. De continuar en el camino que se ha llevado, hará peligrar la calidad de patrimonio cultural de la humanidad, ha pasado con lugares como el Puerto de Liverpool, esta pasando con ciudades como San Miguel de Allende en México y puede suceder con la Antigua Guatemala. Como indique anteriormente, ser Alcalde Municipal de una ciudad como Antigua Guatemala puede representar un reto muy grande, que hará destacar la habilidad y ética de quien ocupe el cargo, pero de quienes ya han estado en el poder y han sido alcaldes, representan la vergüenza porque han engavetado planes de ordenamiento territorial para continuar con decisiones antojadizas, producto de la improvisación y casuísticas, pero que no se han consensuado, ni responden a una planificación ordenada que permita que la Antigua Guatemala continúe conservando su encanto. Ya es tiempo de que se deje de un lado la politiquería barata y que, quienes aspiren a ocupar la Alcaldía de la Antigua Guatemala, le respondan al pueblo cuáles son sus proyectos y en el caso del actual alcalde ¿Por qué, después de tanto tiempo nunca ha promovido la aprobación de un Plan de Ordenamiento Territorial?.
