El libro “Spare” del príncipe Harry fue una caja de Pandora que no para de arrojar sombra sobre la corona inglesa.
Es sabido que la princesa Diana tuvo diversas relaciones extramatrimoniales. Una de ellas fue con el instructor de equitación, quien sedujo a la entonces duquesa, al enseñarle cómo tratar con los caballos.
Y así fue cómo comenzó a gestarse ciertas descabelladas teorías de que el príncipe Harry y James Hewitt estarían emparentados como padre e hijo.
Tal teoría, de ser verdad, haría estragos en la corona inglesa. Y el hijo menor de Carlos III se encargó de hablar de ella en su libro.
El mismo amante de Diana tenía todas las razones para desvelar ese oscuro secreto de ser cierto. Su relación terminó muy mal y él publicó un libro en el año 1994 . Dentro de este no se incluyo la descabellada teoria de que era padre del principe; “No, no lo soy. Este rumor probablemente afecta más a Harry que a mí”, escribio James Hewitt.
Tales declaraciones desmienten esta insólita teoría. Sin embargo, sí es cierto que hubo muchos pedidos para que el duque de Sussex se hiciera un examen de ADN, algo a lo que se siempre se negó. ¿Será a causa de la ridiculez de la suposición? ¿O habrá cierta verdad que es preferible ocultar?.
