Desde febrero pasado, cuando el Kremlin envió a sus tanques y tropas al país vecino, Ucrania se ha visto obligada a destituir, suspender e incluso encarcelar a algunos altos funcionarios del gobierno y sus agencias por sospechas de que trabajan para Rusia.
El caso más reciente ocurrió el dia de eyer, cuando el presidente Volodymyr Zelensky suspendió y sometió a una investigación al jefe de la agencia de espionaje de Ucrania (SBU), Ivan Bakanov, y a la fiscal general, Iryna Venediktova, citando muchos casos de traición en las dos instituciones.